Sunday, February 20, 2011

2/20


            Hoy es domingo, el veinte febrero, y ahora voy a escribir sobre el Día de San Valentín y lo que yo pienso que sobre eso.
            En mi opinión, el febrero es el tiempo de año más infeliz; todo es frío y gris, y estoy en la escuela por toda. El día de los enamorados era un descanso de eso, cuando los amantes del mundo se podían comer dulces en la compañía de sus novios. Es cuando las puertas se cierran y una película tonta se exhibe de Netflix y no importa nada salvo la compañía.
            Ahora, no lo tengo. Pues, no quiero ser un gruñón. Echo de menos los años del pasado, cuando el Día de San Valentín implicaba corazones dulces y cajas de tarjetas de Star Wars. Frases como “Que la fuerza te acompañe, amor” nunca fallaba de me hacen sonreír. Pero, ahora estoy demasiado viejo para eso. No lo estoy en espíritu, pero en mi escuela no tenemos el tiempo para corazones dulces y cajas de tarjetas de Star Wars. Si, yo recibí una pegatina de Finding Nemo de una amiga, pero en el gran esquema de las cosas, no fue tanto. No me recuerdo exactamente que yo hice en el Día de San Valentín pasado, pero pienso que fue tarea. Yo sencillamente no tengo el tiempo o los recursos para tener un día de los enamorados adecuado, si lo tiene cajas rosas con corazones y tarjetas o restaurantes sofisticados y reglas caras. 
            O eso, o necesito dejar de quejarme tanto.

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