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                Hoy es domingo, la treinta de enero, y ahora voy a escribir sobre mí.

                Pues, yo desprecio describirme. Yo nunca sé las palabras para describirme. Por consiguiente, yo dependo de las opiniones de mis amigos cuando necesito describirme. No soy una persona diferente cuando no estoy con otras personas. Soy una persona cachazuda y entretenido. A mí no me gusta me considera en otra manera. Pienso que soy una persona más interesante aparte del idioma español.

                Yo tengo unas cosas que me gusta, las cosas que yo preferiría hacer ahora (¡si lo puede creer!). Me gusta escuchar y tocar música y ver películas y asistir conciertos con mis (dos) amigos. Me gusta viajar con mi padre y hermanos como yo hacía cuando era joven. Quiero viajar al todo el mundo en el futuro con mis hijos. Pues, yo paso mi tiempo lo considerando. Estaré en la cocina de mi casa grande, Arcade Fire estaré tocando en un sistema de altavoces mientras cocino una cena sofisticada para mi esposa. No sé donde yo obtengo estas fantasías. Lo me distrae algunas veces.

                Pero, no quiero describirme como “distraído”. Estoy distraído en la mayor parte del mi tiempo, pero no pienso que es una cosa mala. Pienso que es sano soñar del futuro. Yo sé que quiero ser un arquitecto, y ese pensamiento me da incentivo. No me juzgues porque soy tranquilo. En ingles, tengo dimensiones numerosas. Pues, pienso que soy “mejor”. Soy mejor que incluso yo pienso yo soy. Si, es confuso.

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            Hoy es domingo, el veinte y tres de enero. Ahora voy a hablar de comida, y un plato “especial” para mí.

            Cuando pienso de comida, siempre recuerdo la pasta que mi abuela cocinaba. Es un plato magnifico, en mi opinión. Soy de una familia muy italiana, en el lado de mi padre. Pues, es un pecado capital para usar la salsa de tarro. La pasta en la forma más pura no tiene igual. 

            Normalmente, mi abuela usa la pasta de “penne rigate” (o "plumas con rugosidad"). La salsa tiene muchos productos de tomate. Hay tomates enteros, puré de tomate, y crema de tomate. Además de los tantos tomates, la salsa tiene ajo cortado, y hierbas frescas como orégano, albahaca, y perejil. La pasta está servida con albóndigas (hecha en casa) y salchichas dulces.

            La pasta con salsa de tomate que mi abuela cocina es una revelación culinaria. Cuando era niño, yo comía este plato en todas las visitas a la casa de mis abuelos. Las dos cosas, mis abuelos y pasta, se hacían sinónimos del uno del otro. Era un alimento básico de las reuniones familiares, fiestas de cumpleaños y cenas casuales.

            Yo puedo recordarme pocas otras cosas de mi niñez. Por esta razón, la pasta de mi abuela es un plato muy especial. A mi abuela no la cocinaba en años recientes, y mis intentos de reproducirla han fracasado. Pienso que la pasta tiene un ingrediente secreto. Si la pasta no tiene este ingrediente, no puede ser el mismo. Pienso que este ingrediente está ido. No sé donde está.

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         Hoy es domingo, el dieciséis de enero. El año nuevo he empezado, y ahora hace mucho frio. Siempre hace mucho frio en el invierno. Pues, el invierno es un tiempo del año muy complicado.

         Pero, el invierno es un tiempo del año muy importante, también. El año va concluyendo, y el sentimiento despreocupado universal del verano ha desparecido. Las personas trabajadas del mundo son completamente dedicado a las tareas nuevas que las necesitan hacer. Para ellos, el año está a la vuelta de la esquina, y sus tareas requieren dedicación.

         Además, cuando el invierno llega, las vacaciones del diciembre están siguiendo muy cerca atrás. Para mí, las vacaciones del diciembre son el tiempo mejor del año. En esas semanas finales del año, cuando los estudiantes no tienen clases y las vacaciones son la primera cosa de todas las mentes, estoy incapaz de pensar en un tiempo mejor. Para mí, las vacaciones del diciembre son el mejor tiempo del invierno y el año nuevo.

         Sin embargo, a mi no puedo superar el frio. El frio es la temperatura más peor del mundo. No me importa el calor. Si hace calor, puedo quedarme en casa y subir el aire acondicionado a mi agrado. Pero, el frio no se puede parar. Hipotermia es un problema horrible, y en el invierno, estamos más cerca de lo que nunca. Pues, en el fin de año, estoy emocionado para las vacaciones del diciembre y el año nuevo. Pero, cuando el invierno llega, estoy aterrado a muriendo de frio.

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            Ya ha sido el año nuevo para nueve días, y ya he tenido una semana de escuela completa. Normalmente, no soy un fanático de prepósitos para el Año Nuevo; los siempre fracasan. Pero, para el año de dos mil once, yo tengo pocos prepósitos que quiero hacer.

            El primer prepósito es este: Quiero dar más esfuerzo en mis clases de la escuela. No dijo que yo no estoy dando en mis clases. Pero, por lo general, yo no demoro en descartar tarea que puedo evitar de hacer. En esta manera, yo evito irme a mi cama a las tres y media de la mañana como el mayor parte de estudiantes quien yo conozco. El problema que yo tengo es la “gestión de tiempo”, que es una manera amable para decir que estoy perezoso con tarea. Yo no lo niego; siempre escribir estos blogs en domingo. Pienso que este problema va a ser más peor, si quiero arreglarlo ahora.

            El otro prepósito es este: Quiero comer menos cosas malas. Me he fijado en mi pensamiento cuando no como un desayuno, o no tomar bastante agua, o como comida que es baja en sustancias nutritivas y tiene alto contenido de porquería. Mi observación es: no tengo pensamiento. Es una observación aterradora. Cuando mi mente es borrosa, no puedo tener conversaciones o hacer tarea. Pienso que soy una persona inteligente, pero estoy malgastando mi pensamiento. Me encanta pensar; pienso que es muy importante para todas las personas.

            Pues, en este año, tengo dos cosas que quiero hacer. Pienso que voy a tener éxito.