Ya ha sido el año nuevo para nueve días, y ya he tenido una semana de escuela completa. Normalmente, no soy un fanático de prepósitos para el Año Nuevo; los siempre fracasan. Pero, para el año de dos mil once, yo tengo pocos prepósitos que quiero hacer.
El primer prepósito es este: Quiero dar más esfuerzo en mis clases de la escuela. No dijo que yo no estoy dando en mis clases. Pero, por lo general, yo no demoro en descartar tarea que puedo evitar de hacer. En esta manera, yo evito irme a mi cama a las tres y media de la mañana como el mayor parte de estudiantes quien yo conozco. El problema que yo tengo es la “gestión de tiempo”, que es una manera amable para decir que estoy perezoso con tarea. Yo no lo niego; siempre escribir estos blogs en domingo. Pienso que este problema va a ser más peor, si quiero arreglarlo ahora.
El otro prepósito es este: Quiero comer menos cosas malas. Me he fijado en mi pensamiento cuando no como un desayuno, o no tomar bastante agua, o como comida que es baja en sustancias nutritivas y tiene alto contenido de porquería. Mi observación es: no tengo pensamiento. Es una observación aterradora. Cuando mi mente es borrosa, no puedo tener conversaciones o hacer tarea. Pienso que soy una persona inteligente, pero estoy malgastando mi pensamiento. Me encanta pensar; pienso que es muy importante para todas las personas.
Pues, en este año, tengo dos cosas que quiero hacer. Pienso que voy a tener éxito.
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