Sunday, January 23, 2011

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            Hoy es domingo, el veinte y tres de enero. Ahora voy a hablar de comida, y un plato “especial” para mí.
            Cuando pienso de comida, siempre recuerdo la pasta que mi abuela cocinaba. Es un plato magnifico, en mi opinión. Soy de una familia muy italiana, en el lado de mi padre. Pues, es un pecado capital para usar la salsa de tarro. La pasta en la forma más pura no tiene igual. 
            Normalmente, mi abuela usa la pasta de “penne rigate” (o "plumas con rugosidad"). La salsa tiene muchos productos de tomate. Hay tomates enteros, puré de tomate, y crema de tomate. Además de los tantos tomates, la salsa tiene ajo cortado, y hierbas frescas como orégano, albahaca, y perejil. La pasta está servida con albóndigas (hecha en casa) y salchichas dulces.
            La pasta con salsa de tomate que mi abuela cocina es una revelación culinaria. Cuando era niño, yo comía este plato en todas las visitas a la casa de mis abuelos. Las dos cosas, mis abuelos y pasta, se hacían sinónimos del uno del otro. Era un alimento básico de las reuniones familiares, fiestas de cumpleaños y cenas casuales.
            Yo puedo recordarme pocas otras cosas de mi niñez. Por esta razón, la pasta de mi abuela es un plato muy especial. A mi abuela no la cocinaba en años recientes, y mis intentos de reproducirla han fracasado. Pienso que la pasta tiene un ingrediente secreto. Si la pasta no tiene este ingrediente, no puede ser el mismo. Pienso que este ingrediente está ido. No sé donde está.

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